jueves, 19 de enero de 2012

Sanando la Energia Femenina



La sincronicidad entre el ciclo femenino y el de la luna también revelaba la conexión entre la mujer y lo divino: durante su ciclo la mujer albergaba el misterio de la vida dentro de su cuerpo y podía generar vida y asegurar el futuro de su pueblo, lo que equivale a decir que cada mujer poseía los poderes propios del universo: dar vida, sustentar y crear.
La energía femenina es una energía ligada al corazón, al universo nagual, en el cual existen infinitas posibilidades y es desde el corazón  por  donde nuestro mundo será sanado.
Hemos vivido por siglos un GRAN desequilibrio patriarcal, en donde las cualidades racionales y analíticas del hemisferio cerebral izquierdo, suprimieron todos aquellos aspectos ligados a la intuición, a la receptividad, al sentido de unión con todo y con todos, a la percepción que otorga "un conocimiento directo".
Todo lo femenino fue considerado como signo de debilidad, mas ahora ese tiempo concluye, el ciclo al que nos acercamos implica la Reconciliación de los Opuestos, el equilibrio entre lo Femenino y lo Masculino, la complementariedad REAL de las polaridades.
El cambio de conciencia viene a darse, mas ello depende precisamente de lo Femenino, presente   en ambos sexos. Al SANAR el lado femenino del ser, la Tierra, nuestra Madre Común, también sana, dándose de manera natural la reconexión consciente con lo divino, con todos los reinos con los cuales coexistimos, la percepción "directa" de las cosas.
El ser femenino es COMUNIDAD, conjunto, es el NOSOTROS considerado como el aspecto de verdadera trascendencia. Por ende la esencia de la la Diosa, de la Mujer ubicada en su rol correspondiente, es el elemento que sana las heridas de la humanidad y de la tierra de la cual proviene.  
Se avecinan fechas trascendentes para la Humanidad, los ciclos de la vida anuncian tiempos de cambio, nacimiento de nuevo paradigma, en donde el pensar y actuar de la colectividad es determinante. Todas las mujeres del planeta estamos de Parto, el lado femenino del ser de toda la humanidad esta por traer a la manifestación el producto de sus pensamientos y acciones.
EL PODER DEL AMOR, el cual todo lo reconcilia, en un intento comunitario que tiene como base la Reconciliación de los Opuestos, traerá como consecuencia reacciones positivas en la Madre Tierra y todos los Reinos.

TODAS SOMOS DIOSAS





TODAS SOMOS DIOSAS 

 

Todas somos bellas, jóvenes, alegres, radiantes, sabias, justas, somos Diosas de abundancia, somos Diosas de amor, y al formar este círculo empieza a haber una conexión que activa un movimiento en espiral que se eleva a altísimas alturas dimensionales, respiramos con todo nuestro sentimiento y amor para ir activando más y más esta corriente de luz, que como un cono radiante se eleva hasta el propio corazón de la Diosa, la madre eterna, la madre divina, la madre de todos, la que fue en un principio, la que es ahora y la que será por siempre, a la que honramos y veneramos, a la que sentimos en nuestro ser, a la que nos ha hecho Diosas.


¡¡Respiren con más amor, aún más!! Desde la conciencia despierta de la Diosa que somos y en nuestra íntima oración le expresamos a la madre:¡¡Estamos aquí, tus hijas, abiertas totalmente de mente y corazón para recibir tu luz y tu bendición, tu sabia guía!! Permítenos co-crear con tu existencia el espacio de luz y vida para este planeta tierra, para esta humanidad y todos los elementos vitales que aquí se desarrollan, que la vida florezca de una manera gloriosa aquí en la tierra, que todos los úteros divinos como Diosas en este momento se unifiquen.

Todas somos una formando el gran útero divino en conexión profunda con el Espíritu de la Madre divina, formamos aquí en la tierra el receptáculo sagrado, el útero que como una flor abierta esta lista a captar, a recibir y a su vez emanar la vibración trascendental del amor sublime, desde el centro de nuestra intuición, desde el centro de nuestra percepción extrasensorial captamos la vibración de la Madre que tocan nuestros seres, que desciende como la luz y nos envuelve y nos penetra en su totalidad, transmitiéndonos sus propias cualidades...